Mejorando tu salud digestiva

Estimado (a) lector...

• ¿En algún momento te has sentido inflamado después de comer?


• ¿Te han salido aftas o ampollas en la boca?


• ¿Te muerdes tanto la lengua como las mejillas al masticar?


• ¿Padeces seguido o comúnmente de estreñimiento?


• ¿Padeces con frecuencia de muy mal aliento, aún después de haber sido prolijo al lavarte la boca?


• o bien, ¿habrás llegado a sentir en algún momento tantas agruras que bien pareciera que vas a morir en ese rato?

Si eres de las personas que suele padecer de estos problemas, muy posiblemente estés cursando por problemas digestivos.

Cuando hablo sobre las causas de los problemas relativos a los abusos en la alimentación ante los asistentes al centro de salud en el cual trabajo (soy promotor a la salud e imparto charlas en la sala de espera), suelo decirles algo como lo siguiente.-

"Imaginen ustedes que poseen un pedazo de tela o tejido. al cual todos los días le arrojasen, solo porque sí, algo de ácido muriatico; ¿qué le pasará al trapo?".     Y la respuesta no se hace esperar.- "Se quema".     Pues bien, algo muy parecido a esto, además de muchas otras cosas, suceden cuando no nos alimentamos mediante hábitos saludables.

Algunos de los hábitos insalubres más arraigados en nuestro medio lo son el retrasar los horarios de comida, el evitar beber suficiente agua natural, o una inadecuada masticación, entre otros.

Tal pareciera que, para librarse de éstos problemas, sólo bastase con eliminar alguno de los malos hábitos arriba mencionados, pero no es así.



En el tracto digestivo existen estructuras que, si se dañan, son dificiles de regenerar, y que requieren de un cuidado adecuado, pues si no las cuidamos pueden incluso llegar a causar obesidad, o bien, serias dificultades para bajar de peso, o los síntomas que al comienzo de éste artículo mencioné.

No es también poco frecuente que incluso asistiendo a consulta médica para tratar dichos desajustes sigamos padeciendolos; esto por motivos muy variados, además de que el costo de su manejo con medicamentos suele ser alto.

Todo esto nos lleva con frecuencia a buscar remedios caseros contra dichos males, e incluso a vivir "resignados" a tener un estado de salud sumamente incómodo, ignorando de paso que existen medios que nos ayudarán a mejorar nuestra digestión y por lo tanto a la desaparición total de síntomas como las agruras, el estreñimiento o los gases estomacales.

Una dieta con un adecuado balance de fibra, por ejemplo, puede ayudarnos a eliminar, combinado con un suficiente consumo de agua, todo lo que nuestro cuerpo no necesita. Además, comúnmente el consumo de una dieta ácida ocasionará que las bacterias presentes en nuestros intestinos liberen grandes cantidades de gases, lo cual nos hará sentir incómodos, y hasta adoloridos incluso.

Para combatir los desagradables efectos de una dieta ácida, podríamos optar por una dieta antipéptica, la cual consiste a grandes razgos en eliminar, dismunuir o modificar (según sea el alimento en cuestión) el consumo de algunos alimentos tales como las leguminosas, el brócoli, la coliflor... o bien, optar por una dieta alcalina



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